
Ornella Polito
M.N.: 82.320 – M.P.: 190.552
Soy psicoterapeuta cognitivo-conductual, apasionada por la aplicación de las terapias basada en evidencia. Me especializo en el manejo del estrés, trastornos de ansiedad, del estado de ánimo, desregulación emocional y desarrollo personal.
Me gradué con diploma de honor en Psicología por la Universidad Favaloro y actualmente curso la Especialización en Psicología Clínica y Terapia Cognitivo-Conductual. Además, cuento con una Diplomatura en Diagnóstico y Abordaje Interdisciplinario de los Trastornos Psicopatológicos Infanto-juveniles, un curso de Mindfulness para profesionales de la salud y he participado en múltiples seminarios de “Innovaciones en los modelos cognitivos conductuales” de la Universidad de Buenos Aires.
Trabajo como psicoterapeuta en consultorio privado y considero fundamental seguir formándome y priorizando el aprendizaje continuo como clave para continuar ofreciendo tratamientos de calidad a mis consultantes.
Agradecida por la contencion, amabilidad, predisposicion y buena energia de la profesional de Ornella, me ayudo para que pueda valorarme, autocuidarme y detectar conductas que solamente generaban ansiedad, miedo, angustia… Los ejercicios aprendidos en la sesiones fueron de gran ayuda para ganar independencia y poder detectar lo que me pasa, aceptarlo y poder trabajarlo de manera autónoma, además de poder bajar e intentar controlar todas estas emociones, que por momentos la mente juega una mala pasada, anulando la realidad, o generando una hipotética, creando situaciones que ni siquiera son ciertas. simplemente gracias por todas las cajas de herramientas que son utiles para esos momentos tan necesarios….
Estoy feliz por haber decidido en algún momento empezar este proceso que me ayudó enormemente. Me hubiese encantado haberlo empezado antes. No me juzgo, pero si puedo ayudar con estas palabras a que otras personas se animen más o lo hagan más rápido, ¡sería tan hermoso¡, como devolver de alguna manera todo lo que me dieron y agradezco de corazón.
La procrastinación y mi evitación de la ansiedad implicaban demorar cada vez más mi meta de recibirme. Y este proceso me dejó herramientas que no solo fueron extremadamente útiles y a las que puedo acudir constantemente, sino que me ayudaron y me ayudarán incluso más allá de la meta específica por la cual empecé mi tratamiento.
Después de finalizado todo, uno piensa: ” era simple, yo podía hacer algo así”; pero no, señoras y señores, no hay que olvidarse que por algo llegamos a esta instancia, y es porque no pudimos solos y está bien aceptarlo y que alguien que tiene todo el contenido profesional encima nos ayude para facilitarlo todo, de una manera que sorprende después. Parece simple, pero no lo es.
Los seguimientos y las herramientas como las planillas de check list diario y las explicaciones de cómo hacer que la tarea a hacer, disciplinada, rutinaria o constante, no canse ni compitan con otras más tentativas ( que en mi caso, luego actuaban como recompensa) son un éxito. O al menos, para mí, lo fueron.
Tema aparte, que merece un resaltado enorme, mi terapeuta Ornela: una profesional excelente, más que súper amorosa, respetuosa, contenedora; que supo adaptar las sesiones a otra problemática que surgió en mi vida, externa al pedido de trabajo específico y que, por el carácter emocional de la misma, ocupaba gran parte de mi entrega y mi ser.
De manera delicadamente sutil y amorosa siempre pudo escucharme y ayudarme, a la vez que de manera rigurosa también, nunca pero nunca, perder el foco de nuestro objetivo, logrando que no se pierda el esfuerzo, reforzando de manera positiva el no bajar los brazos, flexibilizando la terapia y los pasos.
Hay cosas que se aprenden en el camino de una profesión y que uno podría suponer que son técnicas, como así también la experiencia ganada, pero hay cosas que no se aprenden, que vienen con la persona y para mí son muy valiosas. Si bien uno no la conoce más que como profesional, su empatía y amorosidad me hace suponer que es una hermosa persona en la vida; y que estudió su carrera por vocación porque su entrega es absoluta. Así que estoy feliz y enormemente agradecida de que me haya tocado Ornela como terapeuta.